Posturografía, ¿qué es y en qué consiste?

En CRENE contamos con un posturógrafo, sistema que se basa en la detección del desplazamiento del centro de presión, similar al centro de gravedad (COG), en diferentes situaciones de conflicto sensorial (visual-somatosensorial) o estimulación vestibular, este nos proporciona información sobre la capacidad de un paciente para realizar de manera segura y eficiente actividades de equilibrio y movimientos esenciales para la vida diaria.

Por tanto, debido a que muchos pacientes con daño cerebral adquirido presentan problemas de equilibrio, hace que la Posturografía Dinámica Computerizada (PDC) combinado con la terapia basada en el Concepto Bobath de muy buenos resultados.

Está especialmente indicado para pacientes que presentan esta sintomatología:

  • ACV (Accidente Cerebro Vascular)
  • TCE (Traumatismos craneoencefálicos)
  • Parkinson
  • Ataxia
  • Esclerosis Múltiple
  • PCI (Parálisis Cerebral Infantil)
  • Vértigos

¿Qué podemos valorar con la PDC?

De forma objetiva la PDC nos permite valorar en un paciente:

  • El control postural.
  • El equilibrio.
  • Los diferentes sistemas que intervienen en el control del equilibrio, somatosensorial, vestibular y visual.
  • Los ajustes posturales.

Y con todo esto, establecer líneas de base objetivas para la planificación del tratamiento y la medición de los resultados.

Por otra parte, es importante destacar que la PDC permite identificar datos que luego ayudarán en los procesos de rehabilitación sensorial y dinámica cuyo objetivo es potenciar el  control postural (CP) a través del sistema sensorial deficitario y fomentarlo utilizando la estrategia de mantenimiento del mismo más adecuada para conseguir la estabilidad en un momento determinado. Así, ante el registro de un patrón de disfunción vestibular, la rehabilitación se centra en hacer que el paciente utilice al máximo los estímulos vestibulares sobre superficies irregulares, plataforma móvil, ojos cerrados o con conflicto visual. La dificultad de los ejercicios planteados depende del déficit de CP registrado; a mayor déficit, menor dificultad en los ejercicios pautados automáticamente. A medida que el paciente mejora en su CP, el sistema propone aumentar la dificultad de los mismos. El control de la evolución del paciente tras este tratamiento se realiza con el propio equipo de medida, ofreciendo al mismo tiempo información para aumentar el nivel de dificultad de los ejercicios o para finalizar el tratamiento específico de ese sistema.

Varios ensayos han utilizado sistemas de PDC como instrumento de medición de la eficacia de una terapia en sujetos con ACV. Se ha constatado que en situaciones de equilibrio estático,  los pacientes con ACV agudo presentan una distribución asimétrica del peso entre ambas extremidades inferiores y una mayor oscilación del COG. Además, existen investigaciones que emplean equipos de PDC como herramienta terapéutica para mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas en pacientes con ACV crónico, concluyendo que la PDC representa un programa de tratamiento sistemático y objetivo.

De esta manera, consideramos necesario emprender valoraciones y tratamientos con PDC en pacientes con cualquier déficit en el CP.

Las valoraciones más utilizadas son:

  • Weight Bearning Squat (WBS) Test

A través de esta prueba se obtiene el porcentaje de peso corporal soportado por cada miembro inferior, este es representado en un gráfico de barras, donde se dan valores numéricos para cuatro condiciones: posición erguida, flexión de rodillas de 30º, 60º y 90º.

  • Modified Clinical Test of Sensory

Consiste en el análisis objetivo del control del equilibrio funcional del paciente para cuantificar la velocidad de oscilación postural durante cuatro condiciones sensoriales:

           – Ojos abiertos superficie firme

           – Ojos cerrados superficie inestable

           – Ojos abiertos superficie inestable

           – Ojos cerrados superficie inestable

A través de este test, podemos valorar en el paciente:

  • La capacidad de mantenerse en bipedestación y/o caminar en superficies inestables.
  • La capacidad y seguridad para mantenerse en bipedestación para realizar actividades básicas de la vida diaria como peinarse o cepillarse los dientes.
  • La capacidad de caminar y/o mantenerse en bipedestación en un entorno con diferentes estímulos visuales.
  • La capacidad para caminar a oscuras.
  • El riesgo de caídas.
  • Limites de Estabilidad

Cuantifica las deficiencias en la capacidad de desplazar intencionalmente el COG a los límites de estabilidad del paciente sin perder el equilibrio. El test mide: el tiempo de reacción, la velocidad del movimiento, la distancia desplazada y el control direccional del movimiento. Con este valoramos:

  • La capacidad de mover el COG en diferentes posiciones dentro de los límites de estabilidad, lo cual es fundamental para las tareas como alcanzar objetos, el paso de sedestación a bipedestación y viceversa, caminar etc.
  • La presencia de dificultades en el procesamiento cognitivo y/o motrices, trastornos relacionados con el proceso de envejecimiento y anormalidad en el control motor.
  • El riesgo de caída y/o inestabilidad durante las actividades que requieran cambio de peso, como inclinarse hacia delante para coger objetos de una estantería.
  • Rythmic Weight Shift (RWS)

Cuantifica la capacidad del paciente para realizar los movimientos rítmicos de su COG de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás. El RWS mide la velocidad del movimiento y el control direccional. A través de este test podemos valorar:

  • La presencia de trastornos en el control del movimiento.
  • La capacidad o incapacidad de cumplir con las demandas de tiempo del entorno como por ejemplo cruzar una calle.
  • La inestabilidad de realizar diferentes actividades que exijan cambiar de dirección o velocidad, por ejemplo barrer.
posturografía
Charo Ariza
Charo Ariza

Directora en Crene, Profesora en la Universidad Complutense de Madrid, Fisioterapeuta, Master en Patología neurológica y Experta en Concepto Bobath.