Esclerosis Múltiple

La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad del Sistema Nervioso Central (SNC) en la que la mielina, material compuesto por proteínas y grasas que envuelven las fibras del sistema nervioso central, protegiéndolas y facilitando la conducción de los impulsos, va desapareciendo.

Cuando la mielina se pierde va dejando cicatrices (esclerosis) o placas de desmielinización provocando que la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro se interrumpa o disminuya y aparezcan los síntomas, que pueden incluir, entre otros:

Síntomas de la Esclerosis Múltiple

  • Alteraciones de la vista.
  • Debilidad muscular.
  • Problemas de coordinación y equilibrio.
  • Sensaciones como entumecimiento, picazón o pinchazos.
  • Problemas cognitivos.
síntomas de la esclerosis múltiple

La gran variabilidad de síntomas y progresiones que pueden presentar los pacientes con EM nos permite diferenciar 4 tipos o formas de manifestación:

  • Forma remitente-recurrente (EMRR): Es el tipo más frecuente, afecta a más del 80% de las personas con EM. Se caracteriza por la aparición, sin previo aviso, de brotes con síntomas que duran algunos días o semanas y que luego desaparecen. Entre las recidivas no parece haber progresión de la EM. Entre los brotes pueden pasar grandes periodos de tiempo, incluso años.
  • Forma progresiva primaria (EMPP): Es menos frecuente y sólo afecta al 10% de los pacientes con EM. Se caracteriza por la ausencia de brotes definidos, hay un comienzo lento y un empeoramiento constante de los síntomas sin un periodo intermedio de remisión. No hay episodios tipo recidiva, ni periodos de remisión, sólo fases de estabilidad ocasionales y mejorías pasajeras poco importantes.
  • Forma progresiva secundaria (EMSP): Entre un 30 y un 50% de los pacientes que sufren inicialmente la forma recurrente-remitente desarrollan la forma secundaria progresiva. Se caracteriza por una progresión continua con o sin recidivas ocasionales, remisiones poco importantes y fases de estabilidad, es decir, el grado de discapacidad persiste y/o empeora entre brotes. Puede aparecer después de una fase recurrente-remitente del proceso y se considera una forma avanzada de la EM.
  • Forma progresiva recidivante (EMPR): Es una forma atípica, en la que hay progresión desde el comienzo demás de brotes agudos claros, con o sin recuperación completa. Los períodos entre brotes se caracterizan por una progresión contínua.

La Esclerosis Múltiple es uno de los trastornos neurológicos más comunes, así como una de las causas más frecuentes de discapacidad en adultos jóvenes. 2,5 millones de personas en todo el mundo presenta E.M, suele diagnosticarse entre los 25 a 30 años y afecta al doble de mujeres que de hombres.

En CRENE contamos con un Equipo multidisciplinar, formado por fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y logopedas que trabajan en estrecha relación con el fin de abordar de manera integral toda la sintomatología que pueda aparecer, y así, prolongar lo máximo posible la capacidad funcional de los pacientes con el fin de garantizar la mayor calidad de vida posible durante todo el proceso asistencial.

Esclerosis múltiple y el concepto Bobath

esclerosis múltiple

En la Rehabilitación Neurológica uno de los objetivos básicos es la recuperación u optimización de las Actividades de la Vida Diaria (AVD).

En paralelo podríamos situar la definición del Concepto Bobath  que es “la optimización de todas las actividades, a través de la mejora en el control postural y los movimientos selectivos por medio de la facilitación”.

En los casos de los pacientes con Esclerosis Múltiple uno de los hándicaps que nos encontramos es la pérdida paulatina de estas actividades y, como los profesionales tenemos que ir modificando los objetivos del tratamiento en base a las nuevas necesidades del usuario.

En el Concepto Bobath el análisis que se realiza del movimiento de la actividad es continuo, así como la valoración de los cambios ocurridos en el tratamiento para mejorar la meta que nos hemos propuesto conseguir, teniendo que cuenta el potencial del paciente.

Pero, ¿cómo se puede cuantificar ese potencial para hacer un pronóstico certero y las metas propuestas se cumplan?

Tanto en el caso de la Esclerosis Múltiple como en cualquier lesión neurológica, es importante conocer el área afectada. En el caso de Esclerosis Múltiple la zona desmielinizada.

En muchos de los usuarios nos encontramos que esta información es precisa en el momento que fue diagnosticada, pero luego no  hay un seguimiento, con pruebas de cómo va evolucionando el proceso. Por este motivo es muy importante el conocimiento de todos los profesionales que están implicados en la Rehabilitación para que a través de la sintomatología  que se presenta, realizar un diagnóstico lo más certero posible, y en base a esto planificar los objetivos de su recuperación.

Otro punto importante es el conocimiento y evolución de la enfermedad, nos referimos principalmente al paciente y por supuesto a su ENTORNO.

Este apartado tiene una gran importancia por la repercusión anímica que va asociada al empeoramiento de la Esclerosis Múltiple.

En nuestro trabajo es tan negativo dar falsas esperanzas como anular cualquier tipo de mejoría que pueda tener. Existe la PLASTICIDAD cerebral que nos da la capacidad de Aprendizaje. Hay estudios que demuestran mayor aprendizaje motor en Esclerosis Múltiple que en lesiones de instauración rápida con áreas dañadas similares. Por este motivo es muy importante saber el potencial de cada paciente para frenar la aparición de limitaciones en las actividades diarias.

Potenciador del aprendizaje es la MOTIVACIÓN en cualquier ser humano pero en pacientes con Esclerosis Múltiple está intrínsecamente relacionado  con el avance de la enfermedad.

El entorno del paciente y todos los profesionales podemos trabajar para favorecer el nivel óptimo de calidad de vida que toda persona necesita.

Para conseguir la motivación del usuario necesitamos:

  • Informarle de objetivos realistas y relevantes en su vida.
  • Que sean concretos y específicos y, sobre todo, que el terapeuta sea consciente que son alcanzables para no perder la confianza y el apoyo del paciente.
  • Dar importancia a la actividad en la que se está trabajando
  • Involucrar al paciente en la actividad llegando a un consenso para que sea un trabajo participativo y haya una implicación por parte del paciente y entorno.
  • Informar al paciente de las mejoras conseguidas en la sesión, de una manera lo más objetiva posible. Si puede ser con mediciones para ver los cambios producidos.

Otro punto importante en la Rehabilitación de pacientes con Esclerosis Múltiple y ampliable a todo tipo de pacientes neurológicos, pero concretamente en ellos en mayor medida, es el entorno. No solo el cercano, la familia, sino también sus cuidadores. En el Concepto Bobath damos gran importancia al manejo del paciente las 24 horas , para también hacer partícipe al entorno de los objetivos planteados con el paciente, entiendan, valoren e informen de los cambios que se van produciendo en él, y de esta manera realizar un tratamiento específico para cada usuario adaptado a sus necesidades e informando en todo momento de los cambios que se producen y el porqué.

Diagnosticar la Esclerosis múltiple

La Esclerosis Múltiple es uno de los trastornos neurológicos más comunes, así como una de las causas más frecuentes de discapacidad en adultos jóvenes.

Existen 2,3 millones de personas con EM en todo el mundo, aunque es muy probable que algunos cientos de miles más sigan sin diagnosticar y muchas vidas más se vean afectadas de manera indirecta, al cuidar a personas con EM.

La mayoría de los afectados por la EM son diagnosticados entre los 25 y los 31 años de edad, siendo el número de mujeres afectadas el doble que el de hombres.

Para algunas personas, la EM se caracteriza por periodos de remisión y recaída, mientras que para otros tiene un patrón progresivo. Es posible que los afectados por esta patología puedan sentirse sanos durante muchos años tras el diagnóstico, mientras que otros pueden verse seriamente debilitados con gran rapidez.

La gravedad del desarrollo de la EM, así como los síntomas, pueden variar de manera muy amplia entre personas. En general, los síntomas se pueden clasificar en tres categorías:

Primarios, secundarios y terciarios:

  • Los síntomas primarios incluyen déficit neurológicos derivados directamente de las lesiones del sistema nervioso central (espasticidad, debilidad, ataxia, temblor, parestesias, etc.)
  • los síntomas secundarios son las complicaciones de los anteriores (contracturas, úlceras cutáneas, infecciones urinarias, etc.)
  • Los terciarios o discapacidades, son las consecuencias psicológicas, sociales y económicas derivadas de la enfermedad.

Los fisioterapeutas de Crene utilizamos un amplio abanico de técnicas que complementan el abordaje de los síntomas del paciente con EM mediante Concepto Bobath, además de retrasar la aparición de la dependencia: Punción seca, Kinesiotaping, Physium multiteraphy, osteopatía, terapia manual, Pilates… Además ofrecemos talleres dirigidos tanto a pacientes como a familiares para adquirir conocimientos y habilidades que faciliten su día a día.

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Charo Ariza

Directora en Crene, Profesora en la Universidad Complutense de Madrid, Fisioterapeuta, Master en Patología neurológica y Experta en Concepto Bobath.