¿Es lo mismo discapacidad que dependencia? ¿Y es lo mismo que incapacidad? La respuesta es no, estos tres conceptos son diferentes entre sí, aunque en ocasiones se utilizan de forma un tanto errónea. Para entender las diferencias entre ellos, vamos a empezar definiendo cada uno de ellos para que quede todo lo claro posible cuál es su significado.
Discapacidad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano. Se calcula que en torno a un 15% de la población mundial presenta algún tipo de discapacidad. Dentro de esta definición existen distintos tipos. Si atendemos a la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) se puede hablar de:
- Discapacidad física o motora.
- Discapacidad sensorial.
- Discapacidad intelectual.
- Discapacidad psíquica.
Incapacidad:
Según la Real Academia de la Lengua (RAE) es cualquier situación de enfermedad o de padecimiento físico o psíquico que impide a una persona, de manera transitoria o definitiva, realizar una actividad profesional y que normalmente da derecho a una prestación de la seguridad social. Se refiere a la situación que impide desempeñar una actividad laboral y al reconocimiento legal y oficial de esta situación.
Existen varios grados de incapacidad, así como de prestaciones económicas asociadas a determinar según los criterios de la Seguridad Social (SS) en función de que grado de incapacidad se asigne.
- Incapacidad Permanente Parcial para la profesión habitual. Implica una limitación de al menos un 33% de su rendimiento normal para dicha profesión, pero no le impide la realización de la parte fundamental de la misma.
- Incapacidad Permanente Total para la profesión habitual. No es posible la realización de todas las tareas o de las fundamentales de su profesión, pudiendo dedicarse a otra actividad laboral distinta.
- Incapacidad Permanente Absoluta para todo trabajo. Inhabilita por completo al trabajador para cualquier profesión y oficio.
- Gran invalidez. Trabajador con incapacidad permanente y que además necesita la asistencia de una tercera persona para realizar las actividades de la vida diaria (AVDs).
Dependencia:
Según la OMS se considera dependencia a no poder vivir de forma autónoma y necesitar de forma duradera de la ayuda de otros para las AVDs. Al igual que cuando hablamos de incapacidad en la dependencia también se distinguen varios grados o niveles.
- Grado 1 o dependencia moderada: requiere ayuda para AVDs de forma puntual aunque por lo menos una vez al día.
- Grado 2 o dependencia severa: requiere ayuda en esas AVDs pero de forma más repetida, aunque no permanente.
- Grado 3 o gran dependencia: la persona requiere ayuda constante para sus AVDs.
Una vez definidos estos conceptos, debemos ser conscientes de que son conceptos diferentes. Por ejemplo, una persona con discapacidad no tiene por qué estar en una situación de dependencia o incluso no tiene por qué tener un grado de incapacidad.
De la misma forma una persona a la que se le otorga un grado de incapacidad no tiene por qué ser dependiente. Todo va a depender de en qué ámbito se encuentren limitadas sus capacidades, y también hasta qué punto.